Hoy voy a hablar sobre lo que tal vez sea lo más importante y difícil en la vida de cada uno: aceptarse y quererse a sí mismo.
Y voy a atacar a un famoso para que me sea más fácil ilustrar mi punto.
Hablemos de la mina menos conforme con su cuerpo de la Argentina: Luciana Salazar.
Hablemos de sus dientes.
¿Alguien no vio los dientes de Luli-pop? Los nuevos, digo. Bueno, si no los vieron...
Se ven así |
Mucha gente se opera cosas de la cara, pero ¿operarte los dientes?
¿Cuánto tenés que odiarte a vos mismo para hacerte eso? Obvio, ella no sabía que le iban a quedar tan mal, pero no importa. No aceptarse es odiarse.
Los dientes son algo muy íntimo. Están adentro tuyo, en tu boca, trabajan para vos, sólo los compartís cuando besas...
Y una cosa es usar aparatos, tus dientes están torcidos y les das guía. Es zen. Otra cosa es que te limen el esmalte y te tapen los dientes desnudos con una pasta blanca.
¡Le limaron los putos dientes!
Ya está, ya no hay vuelta atrás: debajo de esos dientes espantosos están los suyos reales, que ahora también son espantosos y a la intemperie.
Eso es no quererse.
¿Quién le miraba los dientes a Luciana Salazar aparte de ella misma?
¿Ven como aprieta los dientes frente al espejo? |
La mayoría ni sabíamos que tenía dientes hasta que se los cambió.
Fuentes cercanas dicen que se deprimió por como le quedaron.
O sera que ni siquiera a ella le gustan
Así que, ¿Qué es lo que quiero exponer con esto? Esto no es una apología al odio hacia Luciana Salazar, es una apología a aceptarse a uno mismo. Y a aceptar la realidad, porque LuliPop no reconoce haberse sometido a ninguna intervención estética en su rostro..
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Esa no es la actitud.
Me entretuve hablando mucho sobre los dientes de Luciana Salazar y poco sobre quererse y aceptarse, pero creo que se sobreentiende, ¿no? Y sino de última ya fue: esto no es un blog de autoayuda.
pobrecilla.
ResponderEliminarviva quererse, con dientes chuequis y todo.
Si uno no se quiere, y no se rie de uno, quien lo va a hacer ._.?